Desde que descubrí esta manera de comer el pollo, nunca más comí una pechuga seca.
Vamos a empezar justamente con la pechuga de pollo.
La vamos a cortar en cubos, así nomás del tamaño que te salga está perfecto.
Y esta es la clave para que te salga bien jugoso.
Yogur natural, lo condimentas con sal, pimienta y todos los condimentos que más te gusten.
Curry, pimentón, ajo en polvo, lo que vos quieras.
Lo tapás con film, lo manás a la heladera que marino un poco mientras te cortás una cebolla.
Que te va a hacer llorar más que tu ex, pero este sí que vale la pena.
Cortás dos dientes de ajo y vuelve el pollo.
Que larga con un olorcito tremendo.
Y nos vamos a la sartén.
Bien caliente, a fuego fuerte, con un poquito de aceite vas a tirar el pollo hasta que esté cocido.
Lo sacás y vuelve la sartén llena de sabor.
Le pones el ajo, la cebolla, un poco de pimentón y extracto de tomate para darle color.
Crema de leche y para darle más cremosidad le vamos a agregar más yogur natural.
Una vez que tenés hecha la salsa vas a agregar el pollo, mezclás bien, apagás el fuego.
Y esta receta es bastante picante, va, depende de los condimentos que vos le pongas.
Pero por eso se acompaña de arroz, para equilibrar un poquito los sabores.
Emplatás un poquito de perejil por encima y así de cremoso te va a quedar el pollo.
No les puedo explicar el olorcito y el sabor que tiene esto.
Empiecen a prepararlo de esta manera que les juro que les va a encantar.
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