Germinados de lentejas, súper nutritivos y fáciles de hacer.
En un frasco ponemos nuestras lentejas, apenas un dedo porque esto crece un montón.
Tapamos con un tul y lo sostenemos con una bandita elástica.
Pueden ser germinados de semillas, granos o legumbres.
Enjuagamos muy bien las lentejas y las cubrimos con bastante agua.
Si ven que quedan algunas flotando, las retiramos.
Dejamos reposar durante toda la noche y el día siguiente verán que crecieron un montón.
Desechamos el agua, enjuagamos y dejamos escurrir los frasquitos a 45 grados en un secaplatos o en un bowl.
Es importante que no se expongan a la luz, así que los tapamos.
Si están en verano van a enjuagar las semillas 3 o 4 veces al día y en invierno solo 2 veces por día.
Al cuarto día nuestros germinados lucirán así y los podemos destapar para que les dé de manera indirecta la luz solar.
Cuando se haya activado la clorofila los podemos consumir.
Se conservan en la heladera, solo hay que sacar el tul y tapar.
Los pueden sumar a una rica ensalada, a unas tostadas con hummus o palta pisada.
Lo ideal es consumir siempre de manera cruda para que no pierdan sus propiedades.
Espero que les haya gustado el video.
Nos vemos prontito.
Chau chau.
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