Este es el mejor desayuno que existe, el desayuno de mi tío Goyo.
Una cantidad razonable de ajo.
Fíjate el tamaño de estos ajos.
Parecen ajos de bilbao, como mi tío.
Vamos picando los ajitos en láminas.
Pan viejo.
Los yo soy este tipo de pan, castellano.
Pero si no, usa el pan que tengas por casa, que no pasa nada.
Así, en las quitas.
Un pucherillo.
Le damos cera a la lumbre.
Chorrete de aceite.
Ajito para adentro.
Cuando el ajo empiece a lo es rico, media cucharada de pimentón.
Removemos rápido.
Y antes de que se nos queme, el pan para adentro.
Unas vueltecitas.
Ahí, que se empape.
Y la agueta para adentro.
Una guindillita para dar alegría.
Punto de sal.
Y ahora esto, que vaya hirviendo un poquito.
Ha nervido 10 minutillos o así.
Apagamos el fuego.
Y un huevito para adentro.
Un buen meneo.
Y esto ya estaría.
Madre mía, pero…
Solo voy a sacar.
Esto te quita el frío, el catarro, la resaca y hasta la mala hostia.
Buenísimas.
Natal.
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